Se cumplieron todos los pronósticos. Todos. Misión cumplida. Función Extraordinaria por el setenta y cinco aniversario fundacional de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Dos Hermanas. Se celebró en su residencia habitual, y sede de la Corporación, SU Parroquia de Santa María Magdalena. Magnifico Altar, buen conjunto efímero, de cera, flores y demás, presidido por el Simpecado Titular. Aparecía debajo del Simpecado, la fabulosa peana de Maria Santísima del Mayor Dolor de Vera Cruz, Altar de la Divina Pastora con sus telajes beige. Todo perfecto para la ocasión, cantos interpretados por el Coro de la Hermandad. Ambiente de Función, ambiente de Hermandad.
Pero apareció lo que se esperaba. O mejor dicho no apareció. Ni el nombre de la Virgen, en su advocación de Rocío, ni la palabra “aniversario”, ni la palabra, “hermanos”, ni tampoco “hermandad”. Sólo al comienzo de la homilía, se dirigió (el oficiante) a la Junta de Gobierno. Menos mal. Por lo demás, una Misa Parroquial de un de Domingo cualquiera. Homilía soporífera, más acorde con otro día, con otro aforo. Pero parece que en este régimen dictatorial, no caben las concesiones. Las Hermandades vivimos al margen de este núcleo Parroquial, si tenemos derechos a cánones, que son limosnas obligatorias, horas de sacristán, etc... Pero no tenemos ni la delicadeza humana, ni tampoco la caridad cristiana, de poder escuchar hablar de estas asociaciones, que somos las Hermandades, que también somos Iglesia. Se puede evangelizar también teniendo un poco de humanidad. Situación carente en toda su plenitud.
Al finalizar la Misa, todos teníamos cara de circunstancias. Nadie sabía que había sucedido. Una autentica pena. Ya no hay más funciones, ni misas del setenta y cinco aniversario en la historia de la Hermandad. Desde luego disfrutarla creo que no ha sido el caso.
No se si caminamos hacia una Iglesia unida, o es que nos quieren desunir los mismos que están encargados de Ella.
A DIOS POR MARIA
Pero apareció lo que se esperaba. O mejor dicho no apareció. Ni el nombre de la Virgen, en su advocación de Rocío, ni la palabra “aniversario”, ni la palabra, “hermanos”, ni tampoco “hermandad”. Sólo al comienzo de la homilía, se dirigió (el oficiante) a la Junta de Gobierno. Menos mal. Por lo demás, una Misa Parroquial de un de Domingo cualquiera. Homilía soporífera, más acorde con otro día, con otro aforo. Pero parece que en este régimen dictatorial, no caben las concesiones. Las Hermandades vivimos al margen de este núcleo Parroquial, si tenemos derechos a cánones, que son limosnas obligatorias, horas de sacristán, etc... Pero no tenemos ni la delicadeza humana, ni tampoco la caridad cristiana, de poder escuchar hablar de estas asociaciones, que somos las Hermandades, que también somos Iglesia. Se puede evangelizar también teniendo un poco de humanidad. Situación carente en toda su plenitud.
Al finalizar la Misa, todos teníamos cara de circunstancias. Nadie sabía que había sucedido. Una autentica pena. Ya no hay más funciones, ni misas del setenta y cinco aniversario en la historia de la Hermandad. Desde luego disfrutarla creo que no ha sido el caso.
No se si caminamos hacia una Iglesia unida, o es que nos quieren desunir los mismos que están encargados de Ella.
A DIOS POR MARIA
2 comentarios:
Yo no asistí a la función pero me han llegado los mismos comentarios que tú haces de la misma.Todos sabemos, a estas alturas, como es, por lo tanto lo que no entiendo, es como la Hermandad del Rocío lo ha escogido para que presida la función de una acto tan importante dentro de la historia de la Hermandad. Ahora no vale lamentarse, pues a nadie le coge de sorpresa ya, son muchos años en Dos Hermanas.
Estoy completamente contigo,una verdadera pena,en lo al aniversario de la hermandad del Rocio se refiere,literalmente se cargó la funcion,pero seguro que esto se quedará ahí y no se le dara la mas minima importancia,parece que somos masoquistas las hermandades de la parroquia,con el sr.cura parroco
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