Hay ando pensando y pensando, como meterle de nuevo mano a este querido blog, si hacer un análisis o comentar lo vivido, pero me recuerda mucho al amigo Germán, hacer un listado de luces y sombras de todo lo acaecido, pero me recuerda mucho a abc, y así paso, cada vez que recuerdo que tengo que retomar el hábito de la escritura. Y con la creatividad bajo mínimos, pocas cosas se me ocurren, primero se me afloran, algunos capítulos que me han irritado en demasía, en estos siete días mal contados, pero no se trata de estar eternamente protestando, y de pronto veo el cartel de cultos de la Hermandad del Rocío, y me desespero más.
Lo más importante en definitiva, es que todas han podido realizar su Estación de Penitencia, fuera a parte de los detalles, matices de esas mismas Estaciones de Penitencia. El cansancio, el agotamiento y una saturación apabullante, no me ha permitido esta Semana Santa, apreciar, o ponerme a apreciar tanto detalle. Sigo fijándome en todo, pero este año más calmado y pausado. Si tuviera que resumir en lo mejor y lo peor, tendría que darle muchas vueltas, lo peor con diferencia, la pelea, altercado, en la salida de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, con la pasividad de la Policía Nacional. Lamentable, pero al menos, no vi mucho niñato esa noche, o mas bien ninguno. Se le quitan las ganas a uno de seguir, darle la vuelta al paso y decir, “quédate aquí, que estas mejor”.Y si tengo que inclinarme por lo mejor, serían muchas cosas: La recuperación de la estampa habitual de la Esperanza, el incremento bordado de el Cristo de la Borriquita y de la Oración, la magnifica-majestuosa restauración del paso del Santo Cristo Yacente, que es el mejor y más logrado estreno de la Semana Santa. Y en siguientes intervenciones seguiré, deshojando la memoria, y seguiré contando. Ahora contaré lo que más me ha sorprendido, o la anécdota de este año, el apóstol del paso de la Sagrada Oración en el Huerto, que aparecía, muerto, o con un disparo, inconsciente, pero que jamás, jamás lo había visto así. Me consta que sus propios costaleros, tenían frases burlescas hacia Él. Espero que no me lo tomen a mal, pero desde luego es llamativo.
Lo más importante en definitiva, es que todas han podido realizar su Estación de Penitencia, fuera a parte de los detalles, matices de esas mismas Estaciones de Penitencia. El cansancio, el agotamiento y una saturación apabullante, no me ha permitido esta Semana Santa, apreciar, o ponerme a apreciar tanto detalle. Sigo fijándome en todo, pero este año más calmado y pausado. Si tuviera que resumir en lo mejor y lo peor, tendría que darle muchas vueltas, lo peor con diferencia, la pelea, altercado, en la salida de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, con la pasividad de la Policía Nacional. Lamentable, pero al menos, no vi mucho niñato esa noche, o mas bien ninguno. Se le quitan las ganas a uno de seguir, darle la vuelta al paso y decir, “quédate aquí, que estas mejor”.Y si tengo que inclinarme por lo mejor, serían muchas cosas: La recuperación de la estampa habitual de la Esperanza, el incremento bordado de el Cristo de la Borriquita y de la Oración, la magnifica-majestuosa restauración del paso del Santo Cristo Yacente, que es el mejor y más logrado estreno de la Semana Santa. Y en siguientes intervenciones seguiré, deshojando la memoria, y seguiré contando. Ahora contaré lo que más me ha sorprendido, o la anécdota de este año, el apóstol del paso de la Sagrada Oración en el Huerto, que aparecía, muerto, o con un disparo, inconsciente, pero que jamás, jamás lo había visto así. Me consta que sus propios costaleros, tenían frases burlescas hacia Él. Espero que no me lo tomen a mal, pero desde luego es llamativo.
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