Me pareció al verlo publicado, un artículo parcialmente terminado. Me pareció que respecto a la financiación de las Cofradías y nunca mejor dicho, aún había cosas por decir. O temas de los que todos estamos hartos de referir y comentar, y que realmente donde de verdad hay que decirlo, o bien nos da miedo o somos cobardes, a que nos miren, a que nos señalen. O pecamos del más habitual últimamente de los comportamientos, el “pasotismo” tan instalado en las parcelas de nuestras vidas.
No pretendo una sublevación, ni un ataque, si sigue así el asunto será por que queremos que siga, pero en este universo paralelo, que son nuestras Cofradías nazarenas, al universo sevillano y como ya he comentado en alguna que otra cita de este blog, habría muchas cosas que decir respecto a nuestra Carrera Oficial, con respecto a aquello que tanto nos gusta imitar de la Capital. Este asunto “carrerista” va intrínsecamente ligado al debate de la financiación las Cofradías.
Pienso desde hace mucho, hace ya bastante, cuando casi todas las Hermandades tuvimos que replantear y modificar los itinerarios, que aquello estaba montando de una forma o tenía una estructura que no entendía. Ponía una comparación en mi entorno. Es como el artista que viene a cantar, llega un trabajador le pone las sillas, los focos, los micrófonos y llega dicho artista, actúa, se va y el empleado cobra y se queda el dinero de las entradas integramente en exclusiva. Entonces pregunto ¿quien se beneficia del espectáculo? ¿Quien lo pone? ¿Quiénes son los verdaderos protagonistas?
Algunos ya estaréis poniendo el grito en el cielo, rasgándose las vestiduras. No importa, la crítica cuando es constructiva no tiene trasfondo, sólo pienso que es una cuestión de justicia, de sentido común, de reparto cuantitativo del beneficio, al cuál cada uno pone su granito de arena.
Si el Consejo se molesta en montar una estructura, se molesta vendiendo unos abonos, escuchando quejas, aguantando los chaparrones de los abonados, de los trabajadores, pide permisos en el Ayuntamiento, etc... Eso innegablemente debe ser remunerado y bastante bien por cierto. Pero todas las Corporaciones que colaboran y nunca mejor dicho, en poner el discurrir de esa Carrera Oficial deben de llevarse su parte de la tarta. Segunda pregunta, ¿Qué sería si las Hermandades no pasaran o no quisieran pasar? Pues no pasaría nada, pero perderíamos todos. Que no se nos olvide que las Hermandades van para realizar presentación, cortesía, respeto, a la Iglesia Mayor de Dos Hermanas. Santa María Magdalena. Y como tal discurren de camino por dicha Carrera. O no. ¿Qué sucedería si una Corporación, acordara no transcurrir por allí? Por que no esta conforme, por que sencillamente no quiere.
En la archi-mentada Sevilla, una vez reunido todos los ingresos de la Carrera Oficial, de haber efectuado todos los pagos, el Consejo efectúa una "subvención" dependiendo del número de pasos que cada Hermandad transite por dicha Carrera. El Valle por ejemplo tres, tanto montante, La Soledad de San Lorenzo uno, tanto. Y así sucesivamente. En tiempos de crisis que mejor manera de ayudar, que repartir lo que es de todos.
1 comentario:
Me complace saber que hay más gente que piensa como yo, definitivamente Mele la telepatía existe. no obstante ultimamente estan ocuriendo cosas que me hacen dudar de la duracio y/o sentido de la Carrera oficial, en fin, todo se andará. Un saludo.
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