viernes, 26 de septiembre de 2008

el poder de una imagen


El poder de una Imagen es poco. Serías más bien el impacto de una Imagen. Un amigo que sabe mi debilidad por el propietario de estas manos me ha mandado la foto. A veces, me quedo absorto mirándola. Pero innegablemente, se me vienen otras Imágenes a la cabeza.
Recuerdo a un inquilino que vive por Real Utrera, tendido en una camilla de un centro radiológico, con un camisón blanco, esperando los resultados, no me diréis, que no es un poco similar.
Recuerdo la que vive rodeada de borregos, envuelta en lienzos blancos, camino del barrio de la calle Feria.
Recuerdo, al visitar el taller de Enrique una mañana con muchísimo frío, en Triana, a la que Guía parte del Domingo de Ramos, situada de espaldas. El impacto de no reconocerla, no me dejo acercarme.
Recuerdo, a la compañera de “habitación”, el tiempo de convalecencia, de Mater de la Madrugada, a una Virgen grande, hermosa, alta, Amargura de Huelva, creo que era. Que nos vio llegar cada quince días, y que nos permitian contemplar como mejoraban de sus dolencias.

Contemplo la fotografía, con asombro y respeto. Pero no me negarán, que al menos la primera vez, sentirán lo mismo.

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