miércoles, 28 de enero de 2009

Una de lo mismo


Y allá cuando me había propuesto llevarme una temporadita sin hablar de Él, de sus historias, de sus decisiones tan complejas y tan poco compartidas, vienen y me cuentan otra y otra, y otra más. Y bueno, lo siento, no puedo resistirlo, recorre mi cuerpo una ira, que no me hace otra cosa, si no contarlo o denunciarlo.

Vayamos al primero. Como la mayoría habréis visto, y si no, este es un buen momento para contarlo, nuestra Parroquia de Santa María Magdalena ha estado de reformas. Incluso a los albañiles los conozco. Y bien, la reforma no ha sido un desconchón, o un nuevo pollete, ha sido un obrita, cuanto menos grande. Situación normalo aparentemente normal. Se ha hecho un pasillo nuevo a las oficinas, con su puerta de hierro con siete llaves que corta la comunicación al patio, y un patio completamente remozado, que a mi por lo menos me da nostalgia. Y por lo que yo veía o alcanzaba, al patio no le pasaba nada. Y aquí llega mi pregunta, completamente ignorante o no maliciosa, cuando en un tono distendido, le digo al sacristán que: "que buena obra", a lo que me responde. "LOS FELIGRESES SI COLABORAN CON LA PARROQUIA, LAS HERMANDADES, NO", Anda que lo tienen mal aleccionado. Pues bueno, como se de sobra que la frase no es suya, desata en mi el archiconocido estado de enfado hacia este Señor, que en cualquiera de sus acciones, refleja su odio por las Corporaciones que allí residen. Podría decirle, que para que tanta obra, cuando se ha encargado y ha conseguido tener una Parroquia vacía, casi extinta, podría decirle que por que no dedica ese dinero, con la actual crisis a comedores sociales o actos benéficos. Podría decirle, pero no me deja, se niega a escucharme. Esta más pendiente de conservar "su tesoro", cuál famoso personaje cinesco, que de la realidad. Bueno de momento no esta mal, pero sigo.


Asisto a reunión, la cuál entre muchas cosas se informa, que la Asociación que se encuentra en la barriada de la Infantas, con la ayuda del párroco de Nuestra Señora de la Oliva, y con la Comisión para la Liturgia del Palacio Arzobispal, (así creo que se llama), ha acordado, autorizarles, yo lo llamaría, bendecirles, con la presencia permanente de su Divina Majestad. O sea, que tengan el Santísimo en sus dependencias al lado de sus Imágenes.

Envidia sana, siento reconocerlo. Y alguno que otro lector sabrá ya por donde voy. Esta asociación, dignisima, y que Dios quiera que vaya hacia adelante, creciendo, ha conseguido lo que otras Capillas con alguna solera, en trece años no han conseguido. Y tras muchas investigaciones siempre derivan en la misma contestación. EL PÁRROCO DE SANTA MARÍA MAGDALENA ES EL QUE NO AUTORIZA. Desde luego, a mi me recuerda a el antiguo seleccionador nacional de fútbol, Clemente, siempre a contracorriente y a lo contrario de los demás.

El día que lo jubilen, lo trasladen, o hagan lo que sea, el que llegue se va a encontrar con un desafío interesante. Llenar las naves vacías de la Parroquia.

Dios quiera que venga un cura cercano y nos despidamos YA de la dictadura del canon.

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