martes, 7 de octubre de 2008

Requien por un amigo


Siempre que se nos vas alguien, hay momentos para la tristeza y el pesar. Pero cuando ese alguien, ha sido parte activa de tu vida, el sentimiento es martilleante y muy constante. Hoy con ese sentimiento tan fresco como reciente, me dedicaré un rato a pensar en ti, a recordarte alegremente, con esa imagen que tengo grabada de ti. Te recordaré para escribir estas breves palabras, haciéndole un guiño a tu memoria.
Siempre dijiste que conociste a tu Mujer en mi bautizo, circunstancia que me honra. Cada vez que coincidíamos, en cualquier evento, o cualquier reunión, salía el tema y me lo referías.
Eras un veterano de las marismas, y como lo sabíamos, nos encantaba compartir tu presencia en aquellos lugares. Te recuerdo cantando, riéndote, contando mil anécdotas que hacían de aquel rato, un rato divertido y entrañable.
Te recuerdo rodeado siempre de tus mismas amistades. De tu misma reunión, en las marismas, en vuestra peregrinación en Septiembre, en cualquier rincón del pueblo.
Tengo esa estampa de ti, en el patio de la Hermandad, con tu túnica morada. Tenías esa dualidad que es tan frecuente en algunos. Gran Poder y Rocío. Y que yo espero ser sucesor de vuestro ejemplo.
Eras la definición verdadera de un sibarita. Un maestro del arte de la mesa. Cuanto hemos aprendido de ti. Recuerdo por ejemplo, a decantar un buen vino almorzando.
Y ahora, en esta parte, tan cerca, tan dolorosa, te recuerdo recibiendo a todos los visitantes y amigos, como buen anfitrión la mañana de Valme, en tu casa de la Carretera Vieja. A la ida y a la vuelta. Refrescando en la ida y reconfortando a la vuelta.
Bueno, Manolo, me despido por el momento. Creo que el viaje que acabas de comenzar, te llevará a un lugar mejor, donde te esperan, aquellos a los que tantas veces le hemos rezado. Seguro que encontraras a viejos amigos. A amigos que se han ido recientemente, y a otros que hace mucho que se fueron. Estoy completamente seguro que allí serás tremendamente feliz. Por último te prometo, que la próxima vez que se grite un: ¡Viva la Virgen del Rocío!, me acordare de ti. Recuerdos a todos los que están por allí.

Hasta siempre Manolo.

4 comentarios:

J.A.ALONSO dijo...

Magnifico Paco, solo una persona como tú es capaz de describir tan bien a nuestro Amigo Manolo. Como tú bien has dicho, se nos ha ido otro "Veterano de las Marismas". Se nos ha ido un amigo entrañable con el que hemos compartido muchos buenos momento en el Camino del Rocío. Que la Virgen del Rocío y el Señor del Gran Poder lo tengan siempre en su Gloria.

Anónimo dijo...

Paco , Tengo que darte la enhorabuena, por este homenaje al recuerdo tan emotivo a uno de nuestro Mayores que desgraciadamente hoy nos deja , con esta vez es la quinta que lo leo y decirte que tengo la piel de gallina y lo ojos llenos de emoción al describir como fue Manuel Rodríguez nuestro gran amigo ¨el Rodri¨ amigo que fue de los hijos de sus amigos, recuerdos momentos vividos con su familia en el Rocío en Valme , Madruga al paso del Señor por casa de hermandad del Rocío, etc.…. Son tantos los recuerdos que solo tengo que decir Rodri que la Virgen del Rocío y el Señor del Gran Poder te haga uno de esos huecos privilegiados que hay por arriba, que te lo mereces un abrazo donde estés . Se despide para siempre un hijo de un gran amigo tuyo, que descanse en paz.

fran rodriguez dijo...

Los que te conociamos y disfrutabamos de ti nos emocianamos al recordar las vivencias que paco nos ha relatado, y es cierto manolo era asi, el siempre con su desparpajo y su simpatia, has relatado muchas, pero yo he vivido algunas en esa fecha en la que el nunca faltaba hubiese lo que hubiese que era a ofrecerle esa sangria a los peregrinos del gran poder, y en esos ratos que pasas es cuando respiras las vivencias y las anecdotas de los "veteranos de las marismas", paco tu las vives conmigo esas noches del pino con los dos manolos "el rodri a la guitarra (su guitarra que nadie se la tocara) y el colo con su sevillana que han ido a roma, en esas noches si se respira a sabiduria rociera, como disfrutamos los jovenes aprendiendo de los mayores.
manolo te echaremos siempre de menos por que miramos hacia atras y estas en nuestras vivencias, en mi caso en el dia a dia por nuestro trabajo.
gracias por ser tu, por ofrecernos tu casa en ese dia tan importante para el pueblo como es el valme, etc.
MANOLO DISFRUTA EN ESAS MARISMAS AZULES COMO DISFRUTASTES EN LAS ARENAS Y VELA POR TU FAMILIA, AMIGOS Y ROCIEROS AL AMPARO DE LA VIRGEN DEL ROCIO Y DEL SEÑOR DEL GRAN PODER.
FRAN BLAQUITO (COMO EL ME DECIA).
HASTA SIEMPRE AMIGO.

Pepo dijo...

He querido dejar pasar el tiempo para poder expresar con frialdad lo que un corazón caliente vive.
No recuerdo a Rodri, lo sigo sintiendo, no solo yo, todos los que convivimos con él en cualquier aspecto de la vida.
Tuve la suerte de pegarme a él hace michos años e ir aprendiendo como se ama a la Virgen y como se vive su romería. Creo que del Rocio lo aprendí todo de Rodri, no quiero resaltar su forma de cantar, ni de tocar la guitarra, ni de preparar las tapas,ni de roncar...
Quiero resaltar su absoluta disponibilidad, su amabilidad, su alegría, su emoción, su cariño.
He imaginado tantas cosas desde su ausencia física entre nosotros, pero hay una que me sobrecige y me consuela, imaginad por favor, desde la absoluta certeza de nuestra Fe, el momento en el que Manolo llegó al "cielo", vió a la Virgen, que no sé que corona tendría puesta,que no sé si estaría sentada en su jamuga de carey o si estaría de pie jugando con la salamanquesa que tiene en el hombro. Imaginad, digo, el abrazo que le daría, la ternura infinita, el descanso absoluto, la felicidad merecida.
Paco, muchas gracias por abrir el cajón del cariño por una persona.
rodri, cuida desde arriba a tu gente y sigue guiando a tu reunión del Rocio. Te quiero, Pepo.